Gloria Cuartas habló...
Friday, April 15, 2005
Gloria Cuartas le concedió una entrevista a María Jimena Duzán en el programa Versión Libre de Canal Capital, canal dedicado a la vitrina de la oposición contra el gobierno Uribe. (Y se quejan por la falta de espacios...)
En la entrevista dijo cosas importantes y también guardó silencios cómplices. Frente a las declaraciones del presidente Uribe sobre los vínculos con las Farc de algunos líderes de la comunidad de paz de San José de Apartadó, ella señaló que “el mandatario no puede generalizar”. ¿Acaso la palabra algunos no impide la generalización?
Posteriormente se mostraron extrañadas, entrevistadora y entrevistada, por el silencio de Uribe frente a la masacre, quien según ellas, solo dijo que la masacre había ocurrido porque ahí estaban las Farc. Posteriormente Gloria Cuartas habló de la presencia del Ejército en el área y dijo que la prueba estaba en un hospital de Apartadó, a donde había llegado una persona herida en combate. Le faltó decir que esa persona es una NIÑA de 4 años, hija del jefe de las milicas de las Farc en la zona, alias Macho rucio, quien en su propia casa, que de paso sea dicho, está DENTRO de la comunidad de paz, se enfrentó al Ejército y puso de escudo a su hija y a su mujer. También olvidó que la niña fue atendida por paramédicos militares y que fue trasladada al hospital en un helicóptero del Ejército.
Insistió en la necesidad de fortalecer el principio de distinción entre combatientes y no combatientes, para lo cual, en los próximos días harán una mesa de trabajo con la participación de otras comunidades de paz del país. Me encantaría que el pronunciamiento de esa mesa de trabajo también obligue a la guerrilla a hacer esa distinción, porque el niño de 10 años que fue asesinado en las últimas horas en Toribío, Cauca, no era un combatiente.
La señora Cuartas insistió en la necesidad de reestablecer confianzas entre el Estado y la comunidad de paz y pidió que la Policía salga del casco urbano de San José de Apartadó: ¿porqué no le pidieron lo mismo a Macho rucio? Sobre la presencia de la Policía denunció que esto había obligado a la comunidad a un desplazamiento forzado. Le faltó recordar a la Cuartas que la misma comunidad exigió que el Estado tomara medidas para su protección. Incluso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos conminó al Estado a hacer presencia para salvaguardar la vida y la integridad de la comunidad. ¿Cómo se logra garantizar la vida y la integridad? Primero con la llegada de las armas que persuadan a los violentos para no atacar. Luego, con el sitio seguro, deben llegar las otras autoridades, como ocurrirá con la instalación de la Casa de Justicia.
Pero Gloria Cuartas también dejó serias dudas sobre lo que realmente está pasando en San José de Apartadó. Transcribo textualmente sus palabras: “La comunidad está IMPONIENDO un nuevo modelo de desarrollo”. ¿Imponiendo? ¿Cómo lo están haciendo? ¿La comunidad entera acepta y quiere ese nuevo modelo de desarrollo para la región? Las decisiones se toman en conjunto, se adoptan por mayoría; las imposiciones son medidas de unos pocos en contra de muchos. Esto significa que en San José de Apartadó se está reeditando el concepto básico del Despotismo Ilustrado:”Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Finalmente habló del general Rito Alejo del Río y dijo que la injusticia era extrema: que ellos habían presentado 302 denuncias con pruebas “contundentes” que la Fiscalía rechazó, por lo cual el General quedó exonerado de todos los cargos. ¿Me van a decir que hubo un concierto para delinquir de semejante proporción y que “las pruebas contundentes” de 302 denuncias fueron desestimadas en un complot del Estado a favor de un General que ya no es General? ¿Porqué, si tienen tanta acogida en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, éste organismo no se ha pronunciado, ni condenado, ni enjuiciado al General del Río con semejante carga probatoria?
Pero los silencios de Gloria Cuartas fueron enormes y dicientes. No mencionó a la guerrilla sino por los laditos, como para no molestarla. No dijo nada de un terrorista que utilizó a su familia como escudos humanos. Tampoco habló de la posible participación de las Farc en la muerte de Luis Eduardo Guerra. Muchos silencios, muchas preguntas dejó doña Gloria en el ambiente. Y eso que tenía frente a ella a una de las más juiciosas opositoras del gobierno, situación que ella misma reconoció al final diciendo: “María Jimena si me dejó hablar”.
En la entrevista dijo cosas importantes y también guardó silencios cómplices. Frente a las declaraciones del presidente Uribe sobre los vínculos con las Farc de algunos líderes de la comunidad de paz de San José de Apartadó, ella señaló que “el mandatario no puede generalizar”. ¿Acaso la palabra algunos no impide la generalización?
Posteriormente se mostraron extrañadas, entrevistadora y entrevistada, por el silencio de Uribe frente a la masacre, quien según ellas, solo dijo que la masacre había ocurrido porque ahí estaban las Farc. Posteriormente Gloria Cuartas habló de la presencia del Ejército en el área y dijo que la prueba estaba en un hospital de Apartadó, a donde había llegado una persona herida en combate. Le faltó decir que esa persona es una NIÑA de 4 años, hija del jefe de las milicas de las Farc en la zona, alias Macho rucio, quien en su propia casa, que de paso sea dicho, está DENTRO de la comunidad de paz, se enfrentó al Ejército y puso de escudo a su hija y a su mujer. También olvidó que la niña fue atendida por paramédicos militares y que fue trasladada al hospital en un helicóptero del Ejército.
Insistió en la necesidad de fortalecer el principio de distinción entre combatientes y no combatientes, para lo cual, en los próximos días harán una mesa de trabajo con la participación de otras comunidades de paz del país. Me encantaría que el pronunciamiento de esa mesa de trabajo también obligue a la guerrilla a hacer esa distinción, porque el niño de 10 años que fue asesinado en las últimas horas en Toribío, Cauca, no era un combatiente.
La señora Cuartas insistió en la necesidad de reestablecer confianzas entre el Estado y la comunidad de paz y pidió que la Policía salga del casco urbano de San José de Apartadó: ¿porqué no le pidieron lo mismo a Macho rucio? Sobre la presencia de la Policía denunció que esto había obligado a la comunidad a un desplazamiento forzado. Le faltó recordar a la Cuartas que la misma comunidad exigió que el Estado tomara medidas para su protección. Incluso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos conminó al Estado a hacer presencia para salvaguardar la vida y la integridad de la comunidad. ¿Cómo se logra garantizar la vida y la integridad? Primero con la llegada de las armas que persuadan a los violentos para no atacar. Luego, con el sitio seguro, deben llegar las otras autoridades, como ocurrirá con la instalación de la Casa de Justicia.
Pero Gloria Cuartas también dejó serias dudas sobre lo que realmente está pasando en San José de Apartadó. Transcribo textualmente sus palabras: “La comunidad está IMPONIENDO un nuevo modelo de desarrollo”. ¿Imponiendo? ¿Cómo lo están haciendo? ¿La comunidad entera acepta y quiere ese nuevo modelo de desarrollo para la región? Las decisiones se toman en conjunto, se adoptan por mayoría; las imposiciones son medidas de unos pocos en contra de muchos. Esto significa que en San José de Apartadó se está reeditando el concepto básico del Despotismo Ilustrado:”Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Finalmente habló del general Rito Alejo del Río y dijo que la injusticia era extrema: que ellos habían presentado 302 denuncias con pruebas “contundentes” que la Fiscalía rechazó, por lo cual el General quedó exonerado de todos los cargos. ¿Me van a decir que hubo un concierto para delinquir de semejante proporción y que “las pruebas contundentes” de 302 denuncias fueron desestimadas en un complot del Estado a favor de un General que ya no es General? ¿Porqué, si tienen tanta acogida en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, éste organismo no se ha pronunciado, ni condenado, ni enjuiciado al General del Río con semejante carga probatoria?
Pero los silencios de Gloria Cuartas fueron enormes y dicientes. No mencionó a la guerrilla sino por los laditos, como para no molestarla. No dijo nada de un terrorista que utilizó a su familia como escudos humanos. Tampoco habló de la posible participación de las Farc en la muerte de Luis Eduardo Guerra. Muchos silencios, muchas preguntas dejó doña Gloria en el ambiente. Y eso que tenía frente a ella a una de las más juiciosas opositoras del gobierno, situación que ella misma reconoció al final diciendo: “María Jimena si me dejó hablar”.
Mientras haya sacerdotes como Ricardo Lorenzo Cantalapiedra diciendo cosas como ésta:
"-Usted lleva 27 años viviendo en primera línea un conflicto civil que dura ya cuarenta años ¿Crere que habrá un final?
-Es muy difícil. La guerrilla es comunista y busca una revolución para acabar con la corrupción del sistema, pero es una utopía, porque se enfrenta a un Estado muy fuerte que cuenta con apoyo internacional. Pero defienden su ideología y mueren por esos principios. Hay muchos intereses y nadie quiere ceder lo mínimo."
...Igualmente habrá sacerdotes como Javier Giraldo defendiendo los intereses de las FARC.